Perplejo (2da. ed.)
Mi nombre es Andrew, soy un joven universitario casi adulto quien vive con sus padres adoptivos en las afueras de la gran ciudad en un pueblo humilde. Quiero compartirles una pequeña historia que sucedió hace tiempo en nuestro pueblo. Aquello sucedió muy cerca de casa, podría decir que a unas cuantas casas de aquí.
Sucedió con una pareja felizmente, y recién casada. Siempre miraban el lado positivo de sus vida, buscaban soluciones a sus problemas sin importar el tamaño del conflicto o problema que se les presentara. Eran independientes de su entorno, sin embargo, un hombre los fastidiaba, los atormentaba con amenazas serias. Seguro por envidia. Tiempo mas tarde, aproximadamente un año después, la pareja decidió tener un progenitor. La pareja planeaba cada detalle sus futuras acciones, eran muy decididos, tenaces y solidarios.
El esposo trabajaba en una fundidora durante las noches. La mujer, acompañada por su madre cuidaba día y noche su estado de salud para el bienestar de su bebé. Una noche mientras la mamá de la mujer se despedía, aquel hombre que fastidiaba la vida de aquella pareja, llego ebrio rogando por el divorcio de la misma. Estaba tan ebrio que decía tonterías, de hecho balbuceaba. La mamá de la mujer le advirtió que las autoridades llegarían en cualquier momento para arreglar ciertos asuntos. Aquel hombre cobardemente huyo.
Al dia siguiente la mujer le cuenta aquella inquietud a su esposo. El esposo tomó nuevas medidas de precaución para evitar un nuevo conflicto. La ley ordena vigilar la vivienda. Cualquier anormalidad debía ser reportada mientras estuviera ausente el esposo. Esa misma noche la mujer como de costumbre se despide de su madre. La autoridad vigilaba la vivienda y todo parecía estar en orden, no hasta que aquel ser fastidioso sigilosamente se escurre entre el jardín de la vivienda e intenta entrar a la fuerza.
De pronto, antes de que la mujer fuera sorprendida, el hombre la golpea de manera brutal. La arroja contra la pared y desmaya. Desgraciadamente las autoridades no se daban cuenta de lo que estaba ocurriendo. Y muy triste es que, con la magnitud de aquellos golpes la mujer aun embarazada, automáticamente aborta su progenitor.
Las autoridades ven algo anormal desde fuera de la vivienda, observan una sombra no identificada e inmediatamente entran en acción. Empiezan a rodear la vivienda, solo dos autoridades entran, una por detrás y otra por de frente. Con sus habilidades intentan ser lo mas silenciosos para no alarmar al sospechoso. Cuando la autoridad se encuentra frente a frente entre ellos, muy cerca de sus pies estaba la mujer inconsciente, y al otro lado el sospechoso sale disparado con la presencia de la autoridad. Un miembro de la autoridad le apunta con un arma de fuego, pero es anulada por su compañero. Cualquier asunto violento no era tratado por ellos, no tenían cierta autoridad. Los refuerzos llegan de inmediato, las ambulancias y patrullas rodearon la cuadra; pero aquel hombre había escapado sin dejar rastros.
La mujer despierta de su desmayo, muy herida, apenas podía enfocar su vista de su alrededor. Se sentía extraña al no tener su bebé en su vientre. Ella reacciona y se da cuenta de que se encontraba en un hospital. Empieza alterarse sin control y es sedada por una enfermera. La mujer un poco tranquila pregunta por su bebé, al saber sobre la noticia, comienza a llorar desconciliada. Después pregunta por su esposo y enseguida un doctor entra al cuarto. La mujer insistía y preguntaba desesperadamente por el paradero de su esposo, pero ninguno sabia sobre el paradero del esposo
Meses mas tarde, tras la recuperación de la mujer es trasladada a su vivienda, la mujer asentía tranquilidad, tales situaciones la deprimieron sin saber el paradero de su esposo y la muerte de su bebé. Su mamá era lo que mas tenia. Paso el tiempo suficiente para que la mujer superara terribles sucesos. Ahora la mujer dependía de su mamá, la mayor parte del tiempo la mamá cuidaba de ella mientras estaba en su casa. La mujer, no podía depender totalmente de su mamá así que ella trabajaba y conseguía el dinero para sostenerse. Lo mas extraño es que no supieron del paradero de aquel hombre y del esposo.
La noche mas introvertida ocurrió cuando la mujer sola en su vivienda recibe una visita. Un extraño toca a la puerta de su casa. Ella abre y siente la peor impresión que jamas pudiste haber tenido. Aquel hombre cierra la puerta y la sostiene para aprovecharse de ella. La acaricia, pero la mujer siente un rechazo hacia él, un odio, ella solo intentaba deshacerse de él, pero se dio cuenta de que era inútil. El hombre mientras la sostenía le dijo con completa naturalidad sobre el asesinato de su esposo. Aquel hombre estaba involucrado en la desaparición del esposo, el había asesinado al esposo de la mujer. Los ojos de la mujer se llenaron de lagrimas y cosas terribles pasaron en ese entonces, dentro de la vivienda.
La pobre mujer fue violada y quedó embarazada por el hombre repulsivo. Admiro aquella mujer, porque a pesar de lo que le hicieron no se dio por vencida.
Si se preguntan si aun vive les puedo decir que no se y si se preguntan por el bebe, tampoco lo se, es una intriga. Todo esto que se, lo se de mis padrastros y de la mujer que ahora habita en aquella vivienda. Los vecinos de aquí lo ignoran, no les importa lo que alguna vez paso en aquella casa. Pero muchos por callar, no saben lo que ocurre por estos rumbos.
Casi termina el día de hoy, de nuevo voy a visitar a la mujer que ahora habita en aquella vivienda. La mujer que visito de vez en cuando me hace sentir como su hijo, a veces pienso en mis padres adoptivos y muchas cosas se vienen a mi mente.
Estando fuera de la casa de la mujer, recuerdos parciales sobre lo que les compartí asimilan lo que veo fuera de la casa. Miro el jardín y aquel hombre escondido sobre las flores y arbustos. Miro la calle y una patrulla pasea por ahí. Un vistazo por las ventanas y solo veo el hombre parado frente a la mujer desmayada...
Abren la puerta de la casa e interrumpen mis recuerdos. La mujer me recibe y me abre al paso al interior de la sala. Tomo lugar en un sillón. Un olor singular despierta todos los sentidos. Los colores ocres y rústicos, algo cálidos y especiales me atraen. Algo especial hay aquí. El diseño interior me conecta, pero me trae pensamientos perturbantes. La mujer se sienta frente de mi y me pregunta:
— A que se debe tu visita joven. Ya es tarde. ¿No asistirás a clases el día de mañana?
— Quería visitarla y reflexionar sobre lo que ocurrió en este lugar. La mujer decae la vista y me mira a los ojos. Entonces me dice:
— ¿Quieres que te diga algo muy serio? ¿Algo que cambiara tu vida y de los demás? — Yo no sabia que decir. Pero era obvio que quería saber que era. Entonces le respondí.
— Dígame...
— ... Soy tu madre. Aquella mujer que miraba el lado positivo de las cosas junto a su marido, era yo. Soy aquella mujer a la que la trataban como la pequeña niña sobre protegida por su madre. Y si, soy aquella mujer que fue violada por aquel hombre. Si hubiera abortado de nuevo, no estuvieras aquí escuchando grandes barbaridades. Fue una decisión muy difícil, pero pienso que valió la pena... — No pude decir nada. Sentí un nudo en la garganta. Sentí un poco de nostalgia. Pero no pude mas, agradecí y con permiso propio me despedí y salí de la casa...
Me sentía extraño. Lo único que quería era sentarme cerca de la vivienda a reflexionar un poco, a una distancia razonable. Miraba las estrellas en la noche oscura. Baje la vista de nuevo a la casa y un hombre con saco negro rondaba por ahí. Lo vigilaba despistadamente, me miraba y lo miraba pero sin vernos fijamente. Había oscuridad, no mirábamos claro. Entonces aquel hombre llega a la casa de la mujer y toca la puerta. Inmediatamente corro silenciosamente hacia una de las ventanas de la casa. Me postro ante la ventana y enseguida trato de entrar por la puerta trasera. Los gritos de la mujer despertaban mi rencor y apretaba la mandíbula de nervios. Entré a la fuerza. Fui hasta el lugar donde el hombre amenazaba bruscamente, y sin pensar en las consecuencias azote al hombre contra unos brandales de madera, que resultaron frágiles y provocaron el descenso del hombre hasta caer desde un segundo nivel, y quedar muerto después de haber caído.
La mujer me mira a los ojos, y me dice llorando.
— Ese hombre. Ese ser. Era tu padre...! — No lo creía. Lo primero que salió de mi boca fue decirle a la mujer: — "Mamá"... No era mi intención...
— Todo terminó. — Cuando dijo eso, sentí alivio. Los vecinos rodearon las afueras de la casa. Desde arriba de la casa escuchaba las sirenas y veía la ambulancia acercarse, al igual que las patrullas. Mi madre me abraza y me sostiene. Ella me dice:
— Prométeme algo hijo... — Interrumpo, le sonrío y reitero: "Andrew". — ...Prométeme Andrew, que esto quedará entre nosotros dos. La muerte de tu padre quedará entre tú y yo. Nadie sabe lo que paso y nadie sabe lo que pasará. Ahora somos una familia. Prométeme que seguirás visitándome y que fingirás una vida con tus padres adoptivos.
— Entonces, mis padres adoptivos saben quien eres tu?
— No. No imaginan quien soy, mantenlo en secreto. Y sobre todo, prométeme que romperás con esta cadena que tu padre creo... —Mientras bajábamos las escaleras hacia abajo y abrimos la puerta. Miro el cuerpo de mi padre tirado y le respondo a mi madre:
— ...Lo prometo...
Como dicen, las mejores promesas son las que no se pueden cumplir. Prometanme algo, ustedes saben que jurar y prometer es distinto, quiero que no abandonen su mayor anhelo de la infancia. Todo depende de ustedes.
Sucedió con una pareja felizmente, y recién casada. Siempre miraban el lado positivo de sus vida, buscaban soluciones a sus problemas sin importar el tamaño del conflicto o problema que se les presentara. Eran independientes de su entorno, sin embargo, un hombre los fastidiaba, los atormentaba con amenazas serias. Seguro por envidia. Tiempo mas tarde, aproximadamente un año después, la pareja decidió tener un progenitor. La pareja planeaba cada detalle sus futuras acciones, eran muy decididos, tenaces y solidarios.
El esposo trabajaba en una fundidora durante las noches. La mujer, acompañada por su madre cuidaba día y noche su estado de salud para el bienestar de su bebé. Una noche mientras la mamá de la mujer se despedía, aquel hombre que fastidiaba la vida de aquella pareja, llego ebrio rogando por el divorcio de la misma. Estaba tan ebrio que decía tonterías, de hecho balbuceaba. La mamá de la mujer le advirtió que las autoridades llegarían en cualquier momento para arreglar ciertos asuntos. Aquel hombre cobardemente huyo.
Al dia siguiente la mujer le cuenta aquella inquietud a su esposo. El esposo tomó nuevas medidas de precaución para evitar un nuevo conflicto. La ley ordena vigilar la vivienda. Cualquier anormalidad debía ser reportada mientras estuviera ausente el esposo. Esa misma noche la mujer como de costumbre se despide de su madre. La autoridad vigilaba la vivienda y todo parecía estar en orden, no hasta que aquel ser fastidioso sigilosamente se escurre entre el jardín de la vivienda e intenta entrar a la fuerza.
De pronto, antes de que la mujer fuera sorprendida, el hombre la golpea de manera brutal. La arroja contra la pared y desmaya. Desgraciadamente las autoridades no se daban cuenta de lo que estaba ocurriendo. Y muy triste es que, con la magnitud de aquellos golpes la mujer aun embarazada, automáticamente aborta su progenitor.
Las autoridades ven algo anormal desde fuera de la vivienda, observan una sombra no identificada e inmediatamente entran en acción. Empiezan a rodear la vivienda, solo dos autoridades entran, una por detrás y otra por de frente. Con sus habilidades intentan ser lo mas silenciosos para no alarmar al sospechoso. Cuando la autoridad se encuentra frente a frente entre ellos, muy cerca de sus pies estaba la mujer inconsciente, y al otro lado el sospechoso sale disparado con la presencia de la autoridad. Un miembro de la autoridad le apunta con un arma de fuego, pero es anulada por su compañero. Cualquier asunto violento no era tratado por ellos, no tenían cierta autoridad. Los refuerzos llegan de inmediato, las ambulancias y patrullas rodearon la cuadra; pero aquel hombre había escapado sin dejar rastros.
La mujer despierta de su desmayo, muy herida, apenas podía enfocar su vista de su alrededor. Se sentía extraña al no tener su bebé en su vientre. Ella reacciona y se da cuenta de que se encontraba en un hospital. Empieza alterarse sin control y es sedada por una enfermera. La mujer un poco tranquila pregunta por su bebé, al saber sobre la noticia, comienza a llorar desconciliada. Después pregunta por su esposo y enseguida un doctor entra al cuarto. La mujer insistía y preguntaba desesperadamente por el paradero de su esposo, pero ninguno sabia sobre el paradero del esposo
Meses mas tarde, tras la recuperación de la mujer es trasladada a su vivienda, la mujer asentía tranquilidad, tales situaciones la deprimieron sin saber el paradero de su esposo y la muerte de su bebé. Su mamá era lo que mas tenia. Paso el tiempo suficiente para que la mujer superara terribles sucesos. Ahora la mujer dependía de su mamá, la mayor parte del tiempo la mamá cuidaba de ella mientras estaba en su casa. La mujer, no podía depender totalmente de su mamá así que ella trabajaba y conseguía el dinero para sostenerse. Lo mas extraño es que no supieron del paradero de aquel hombre y del esposo.
La noche mas introvertida ocurrió cuando la mujer sola en su vivienda recibe una visita. Un extraño toca a la puerta de su casa. Ella abre y siente la peor impresión que jamas pudiste haber tenido. Aquel hombre cierra la puerta y la sostiene para aprovecharse de ella. La acaricia, pero la mujer siente un rechazo hacia él, un odio, ella solo intentaba deshacerse de él, pero se dio cuenta de que era inútil. El hombre mientras la sostenía le dijo con completa naturalidad sobre el asesinato de su esposo. Aquel hombre estaba involucrado en la desaparición del esposo, el había asesinado al esposo de la mujer. Los ojos de la mujer se llenaron de lagrimas y cosas terribles pasaron en ese entonces, dentro de la vivienda.
La pobre mujer fue violada y quedó embarazada por el hombre repulsivo. Admiro aquella mujer, porque a pesar de lo que le hicieron no se dio por vencida.
Si se preguntan si aun vive les puedo decir que no se y si se preguntan por el bebe, tampoco lo se, es una intriga. Todo esto que se, lo se de mis padrastros y de la mujer que ahora habita en aquella vivienda. Los vecinos de aquí lo ignoran, no les importa lo que alguna vez paso en aquella casa. Pero muchos por callar, no saben lo que ocurre por estos rumbos.
Casi termina el día de hoy, de nuevo voy a visitar a la mujer que ahora habita en aquella vivienda. La mujer que visito de vez en cuando me hace sentir como su hijo, a veces pienso en mis padres adoptivos y muchas cosas se vienen a mi mente.
Estando fuera de la casa de la mujer, recuerdos parciales sobre lo que les compartí asimilan lo que veo fuera de la casa. Miro el jardín y aquel hombre escondido sobre las flores y arbustos. Miro la calle y una patrulla pasea por ahí. Un vistazo por las ventanas y solo veo el hombre parado frente a la mujer desmayada...
Abren la puerta de la casa e interrumpen mis recuerdos. La mujer me recibe y me abre al paso al interior de la sala. Tomo lugar en un sillón. Un olor singular despierta todos los sentidos. Los colores ocres y rústicos, algo cálidos y especiales me atraen. Algo especial hay aquí. El diseño interior me conecta, pero me trae pensamientos perturbantes. La mujer se sienta frente de mi y me pregunta:
— A que se debe tu visita joven. Ya es tarde. ¿No asistirás a clases el día de mañana?
— Quería visitarla y reflexionar sobre lo que ocurrió en este lugar. La mujer decae la vista y me mira a los ojos. Entonces me dice:
— ¿Quieres que te diga algo muy serio? ¿Algo que cambiara tu vida y de los demás? — Yo no sabia que decir. Pero era obvio que quería saber que era. Entonces le respondí.
— Dígame...
— ... Soy tu madre. Aquella mujer que miraba el lado positivo de las cosas junto a su marido, era yo. Soy aquella mujer a la que la trataban como la pequeña niña sobre protegida por su madre. Y si, soy aquella mujer que fue violada por aquel hombre. Si hubiera abortado de nuevo, no estuvieras aquí escuchando grandes barbaridades. Fue una decisión muy difícil, pero pienso que valió la pena... — No pude decir nada. Sentí un nudo en la garganta. Sentí un poco de nostalgia. Pero no pude mas, agradecí y con permiso propio me despedí y salí de la casa...
Me sentía extraño. Lo único que quería era sentarme cerca de la vivienda a reflexionar un poco, a una distancia razonable. Miraba las estrellas en la noche oscura. Baje la vista de nuevo a la casa y un hombre con saco negro rondaba por ahí. Lo vigilaba despistadamente, me miraba y lo miraba pero sin vernos fijamente. Había oscuridad, no mirábamos claro. Entonces aquel hombre llega a la casa de la mujer y toca la puerta. Inmediatamente corro silenciosamente hacia una de las ventanas de la casa. Me postro ante la ventana y enseguida trato de entrar por la puerta trasera. Los gritos de la mujer despertaban mi rencor y apretaba la mandíbula de nervios. Entré a la fuerza. Fui hasta el lugar donde el hombre amenazaba bruscamente, y sin pensar en las consecuencias azote al hombre contra unos brandales de madera, que resultaron frágiles y provocaron el descenso del hombre hasta caer desde un segundo nivel, y quedar muerto después de haber caído.
La mujer me mira a los ojos, y me dice llorando.
— Ese hombre. Ese ser. Era tu padre...! — No lo creía. Lo primero que salió de mi boca fue decirle a la mujer: — "Mamá"... No era mi intención...
— Todo terminó. — Cuando dijo eso, sentí alivio. Los vecinos rodearon las afueras de la casa. Desde arriba de la casa escuchaba las sirenas y veía la ambulancia acercarse, al igual que las patrullas. Mi madre me abraza y me sostiene. Ella me dice:
— Prométeme algo hijo... — Interrumpo, le sonrío y reitero: "Andrew". — ...Prométeme Andrew, que esto quedará entre nosotros dos. La muerte de tu padre quedará entre tú y yo. Nadie sabe lo que paso y nadie sabe lo que pasará. Ahora somos una familia. Prométeme que seguirás visitándome y que fingirás una vida con tus padres adoptivos.
— Entonces, mis padres adoptivos saben quien eres tu?
— No. No imaginan quien soy, mantenlo en secreto. Y sobre todo, prométeme que romperás con esta cadena que tu padre creo... —Mientras bajábamos las escaleras hacia abajo y abrimos la puerta. Miro el cuerpo de mi padre tirado y le respondo a mi madre:
— ...Lo prometo...
Como dicen, las mejores promesas son las que no se pueden cumplir. Prometanme algo, ustedes saben que jurar y prometer es distinto, quiero que no abandonen su mayor anhelo de la infancia. Todo depende de ustedes.
3steban

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